HERIDAS QUE IMPIDEN SER UNO MISMO (Bourbeau, E. (2000).
Cuando nacemos somos nosotros mismos. El niño intenta descubrir quien es y el adulto se dedica a decirle quién debe ser. El niño conoce el dolor de no tener el derecho de ser él mismo y se rebela ante el dolor que vive. Comienza a entrar en crisis y a oponerse a sus padres (algunas personas permanecen atrapadas en esa fase, reaccionan contantemente, están enfadadas o en permanente crisis). Y finalmente viene una resignación: Comienza cuando decidimos crearnos una MASCARA con la intención de no decepcionar a los otros, para no revivir el sufrimiento de no ser aceptados cuando somos nosotros mismos, y creamos nuevas personalidades o defensas. De adultos actuamos y reaccionamos en base a las máscaras que hemos creado de una forma inconsciente. Descubrir cuales son tus heridas y tus máscaras te servirá para mejorar tu autoconocimiento y desarrollo personal.
LAS 5 HERIDAS QUE IMPIDEN SER UNO MISMO
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- El rechazo: El miedo al rechazo es una de las heridas emocionales más profundas, pues implica el rechazo a nosotros mismos.
- El abandono: La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia.
- La humillación: Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican.
- La traición: Haber padecido una traición en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado.
- La injusticia: La injusticia como herida emocional se origina en un entorno en el que los cuidadores principales son fríos y autoritarios.
LAS MÁSCARAS QUE NOS CREAMOS
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- HERIDA: Rechazo – MÁSCARA: Huidiza.
- HERIDA: Abandono – MÁSCARA: Dependiente.
- HERIDA: Humillación – MÁSCARA: Masoquista.
- HERIDA: Traición – MÁSCARA: Controlador.
- HERIDA: Injusticia – MÁSCARA: Rigidez.
¿CÓMO PUEDO DETECTAR MIS HERIDAS Y MIS MÁSCARAS?
Según la autora Bourbeau (2000) en función de la descripción corporal y el carácter con el que nos sentimos identificados (en base a 5 biotipos) podemos conocer cuáles son nuestras heridas, conocerlas, detectar las máscaras que tenemos y si realmente queremos «curar las heridas para volver a ser nosotros mismos».
Desde el coaching puedo: 1) acompañarte a conocer cuál o cuáles son tus heridas y tus máscaras (creamos mascaras con la finalidad de evitar sufrimiento, por miedo a revivir la herida; cada máscara existe para indicarnos que nos impedimos ser nosotros mismos porque no nos amamos lo suficiente); 2) acompañarte en la aceptación de tus heridas («la experiencia no importa sino lo que sientes ante la experiencia”). ¿Qué tenemos que aceptar? Aceptar el hecho de que lo que temes o reprochas a los demás, tú mismo se lo haces a los otros y, sobre todo, te lo haces a ti mismo. Aceptar las heridas y las máscaras creadas por nuestro ego para ocultar las heridas y evitar el sufrimiento. Identificar cuando te colocas la máscara para protegerte, en ese momento habrás adquirido conciencia de ello y te concederás el derecho de aceptarte; 3) acompañarte para que seas tú mismo. Volverás a ser tu mismo y dejarás de creer que necesitas llevar tus máscaras para protegerte.